Con 27 años tiene una carrera prometedora en el mundo de la música y parece que también en los Social Media, puesto que ella misma autogestiona las plataformas de su marca personal. Judith Jauregui lleva años haciendo sonar su piano por el mundo entero para trasladar su mensaje. Quiere acabar con ese estereotipo de que la música clásica es elitista cuando en realidad “está hecha para todo el mundo”, porque “la música es arte y cultura y eso no es para unos pocos”.
Y así es como esta donostiarra aterrizó en la red con el objetivo de llevar su mensaje al mundo. Después de su WebSite, comenzó un blog que lamenta haber tenido que dejar a un lado. Su perfeccionismo requería dedicar un tiempo del que no dispone y, por eso, buscó otras alternativas. Actualmente tiene una Fan Page con 837 seguidores y un perfil en Twitter con más de 500, además de un canal de YouTube con una quincena de videos y casi 21.000 reproducciones.
Judith Jauregui es muy consciente de la importancia que tienen hoy en día las redes sociales, que ella misma define como “la puerta más grande del mundo” y, por eso, lleva su particular estrategia en Social Media. Lo hace por intuición, porque le gusta estar cerca de los demás y hacerles llegar la pasión que siente por cada cosa que hace. Generar engagement no le supone ningún problema, lo lleva en la sangre, y no le ha resultado complicado establecer un vínculo emocional con sus seguidores porque le sale solo. Reconoce no ser ninguna experta en redes sociales, pero es autodidacta y lleva un orden a su manera. “Me preocupa no saturar así que controlo bastante los timings”
Judith está contentísima con su experiencia en la red, y satisfecha con los resultados. Hasta tiene alguna que otra anécdota. En una ocasión, un seguidor le pidió en Twitter que al final de un concierto al que iba a asistir en Valladolid tocara una lenta a cambio de una flor, y ella le retó a que subiera al escenario. El día de la actuación Judith tocó la canción y el tuitero le entregó la flor en el escenario, tal y como se lo había prometido. “Es gratificante conocer cara a cara en tus conciertos a esas personas con las que interactúas a través de las redes”.
Judith tiene fans, pero ella también es fan. Sigue a músicos y directores de orquesta, pero sigue sobre todo a medios de comunicación y admira el trabajo 2.0 de Radio Clásica, especialmente en Twitter a través de concursos y la generación de hashtags propios.
Le preguntamos si se ha planteado delegar la dinamización de sus redes tal y como hacen muchos personajes de carácter público y nos contesta con un rotundo no. Tiene un equipo de prensa que se ocupa de las acciones de comunicación y de vigilar su reputación online, pero asegura que, al igual que nadie responde por ella en las entrevistas, nadie debe interactuar con sus seguidores, aparte de ella. Por eso Judith es y seguirá siendo su propia Community.