El marketing es ciencia pero también la investigación científica necesita del marketing. Porque, ¿de qué sirven los resultados de una investigación si no llegan a la sociedad? Pues de lo mismo que si fabricamos un coche y no lo anunciamos en ningún medio, de nada.
Las investigaciones científicas necesitan una estrategia de comunicación que permita difundir las conclusiones a las que se han llegado con ese estudio. Y cuando hablamos de una estrategia de comunicación no nos referimos única y exclusivamente a las revistas científicas, que también, ni a las tradicionales notas de prensa (que también son necesarias) sino a un proyecto más amplio que, sin duda, debe incluir el 2.0. En la era digital ni siquiera la ciencia puede prescindir de las herramientas que nos ofrece Internet para dar mayor visibilidad a las publicaciones científicas.
Ander Izeta, Líder de Grupo en el Instituto de Investigación Sanitaria Biodonostia, reconoce que la presencia online es un campo un tanto olvidado en este mundillo, el de los científicos. Parece que no se da el valor suficiente a lo que implica estar en los primeros puestos del ranking en buscadores. Sin embargo, si nos vamos al mundo anglosajón, comprobamos que sus científicos miman más su presencia online, trabajan su marca personal. Como estos 40 científicos seleccionados por Cell como los más prometedores, que son un ejemplo de lo que se hace fuera de España. Cuidan los websites porque son conscientes de que representan una carta de presentación, de que son el modo en el que pueden dar a conocer sus investigaciones a otros científicos o a editores de revistas científicas. “En España, sin embargo, tendemos a funcionar únicamente con la web oficial de la institución en la que trabajas que no siempre están los suficientemente trabajadas”, nos cuenta Ander.
¿Por qué estar en Internet?
Blogs, foros, redes sociales… el entorno online pude ser muy útil para los científicos:
- Permite una difusión más inmediata.
- Te ofrece la posibilidad de abrir debate, algo que no consigue con las revistas tradicionales.
- A través de los medios online se llega al público más joven.
- Es una forma de atraer financiación, a veces la parte más complicada para los investigadores.
La generación de contenidos también aquí es primordial. Si queremos posicionarnos como científicos, si queremos aparecer en los buscadores necesitamos una web o un blog en que actualizar contenido, en el que hablemos de nuestros proyectos. Pero también conviene estar en las redes sociales, en algunas especializadas como Pintofsciense o Researchgate. Pero, ¿y las profesionales? ¿Acaso los investigadores no pueden tener un perfil en LinkedIn, y participar en grupos de debate?
¡Exprimamos el potencial que nos ofrece Internet! Raro es el sector que no puede sacar partido al entorno digital y la investigación científica no es una excepción.