La clave de cualquier campaña de marketing está en saber llegar a tu público objetivo, y cuando se trata de una acción con un fin social, con más razón aún. Es el caso de la campaña contra el maltrato infantil puesta en marcha por la Fundación Anar, con la que ha sabido llevar su mensaje a quien más lo necesita, los propios niños. ¿Y cómo lo ha hecho? Con unos carteles publicitarios que, en función de tu altura, interpretarás de una u otra forma.

Los adultos ven ante sus ojos el rostro de un niño, aparentemente sin lesiones, y con una frase a su lado, “A veces el maltrato infantil solo es visible para el niño que lo sufre«. Sin embargo, gracias a una impresión lenticular, desde el punto de vista de un menor, ese niño de la imagen aparece con moretones, junto a un número de teléfono y con otro mensaje bien distinto, “Si alguien te hace daño, llámanos y te ayudaremos”.
De esta forma, la Fundación Anar puede llegar a los menores afectados, incluso cuando estos van acompañados de sus agresores, ya que, en un alto porcentaje de los casos, quien agrede es un miembro de la familia, un tutor o alguien muy cercano al niño.
La agencia Grey ha sido la responsable de esta original campaña que consigue lanzar un mensaje de concienciación, y al mismo tiempo tender la mano a un colectivo muy vulnerable. De nuevo un ejemplo de visibilidad que, en este caso, va mucho más allá de la web.